Bailando en el Universo.

La última vez que nos vimos, flotábamos en el infinito como hojas sueltas al aire, dos luces danzantes, dos conciencias eternas con sed de sabiduría, de experiencias.

Yo baje primero, recordé que la música nos unió alguna vez, y en ella te busqué, pasaron años y no supe de ti, experimenté todo lo que pude, pensé pues que no te encontraría.

Ya con descendencia, experimentado te vi, al principio no te reconocí, pero tus ojos me seguían al caminar, tu mirada inquieta vigilaba mis pasos. Pero no sabia quien eras.

Un día decidí acercarme, con miedo, pero con valor te aborde, te dije te reconozco, pero aún no se quien eres.

Tu luz me llama, me atrapa, me hipnotiza, recuerdo cuando bailábamos siendo solo luces en el infinito, como hojas en el aire.

Sonreíste tímida, con miedo, negaste conocerme o reconocerme, negaste que te atraía como la tierra a la luna.

Me acerqué a ti, dejándote ver mi miedo, mis nervios, sentiste mi corazón, me reconociste, pero aún así lo negaste

Sentiste mis palabras, sentiste mi piel, sentiste mis besos y mis abrazo mover fibras dentro de ti. Bajaste después que yo, pero no coincidimos en el tiempo

Me buscaste como yo a ti, en el arte, pero no estaba, experimentaste, pensaste que no llegaría y tuviste descendencia.

Ya no nos pertenecemos, estamos comprometidos con otros cuerpos, en esta vida somos ajenos el uno del otro, pero tu alma siente lo mismo que la mía, estamos unidos por un poco de lo que aquella vez fuimos.

Aún sin conocerte, sentí que ya lo hacía, adivine varias cosas, pero te interrogue para estar seguro, sí, eras tú.

La forma que tomaste esta vez, te sirve para expresar el arte que llevas en ti, tu cuerpo perfecto armónico con el viento, te permite volar y danzar con hojas al viento

Al verte mover, al ritmo de la música supe por fin que eras tú, si tú el alma con la que compartí mi vida la última vez que vine. Eras tú la música estaba cerca como la última que nos vimos

Tus pies en puntillas, tus brazos elevados y tu espalda arqueada, Te recuerdo, eras tú mi bailarina, que danzaba a mi alrededor como luz palpitante en el infinito

Y te admiro como la última vez, pero esta vez, no nos pertenecemos, esta vez esta prohibido querernos.

Y entre tantos Chassè, Temps, Cambrè, Arabesques, developeè, Pasé y muchos relevè, te conocí, te reconocí, entendí que aunque el tiempo nos haya alejado, que aunque ya no nos pertenezcamos el uno al otro, este vínculo infinito que viene desde antes de tener cuerpos lo une el arte, es la amalgama perfecta que armoniza nuestras almas, y aunque este prohibido queremos, tu arte y mi arte se aman entre ellos.

Y es que al mirar tu silueta despejar del suelo, girar y levantar los pies, el arqueo de tu espalda, y tu pues en puntas, la emoción que recorre mi pecho no es normal.

Mi pequeña bailarina, te encontré, tarde pero te encontré, Con tus poses Croise derriere y Croise devant. Con tus piernas y perfectos pies te encontré