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ASIGNATURA PENDIENTE

  • Erlyn Lopez
  • 23 jul 2019
  • 14 Min. de lectura

Actualizado: 25 jul 2019



Déjame contarte sobre Savana,

Una mujer bella, encantadora, profesional, apasionada, comprometida, buena madre, buena amante...


Aunque siendo muy independiente y emprendedora Savana tenia muchos temores, muchas dudas, bueno se puede decir que era humana - jajaja-. Pero volviendo al tema, tenia ciertas inseguridades que me resultan atractivas en un mujer, aunque confieso también que le tengo algo de miedo, en fin una mujer fascinante Savana.


Yo era solo un espectador, se pudiera decir que la admiraba en silencio. En algunas ocasiones le dejaba ver que la observaba sin saber que era ella quien me permitía observarla, siempre que pasaba frente de mi lo hacia con la intensión de que la viera, aunque nunca lo admitirá.


En cierta ocasión pase de ser espectador a jugador activo, comencé a conversar con ella, a conocerla, saber sus gustos y sus disgustos, entre tanta conversación que siendo con otra persona me hubieran resultado fastidiosa, con ella era todo interesante.


La invite a comer pensado que me rechazaría pero me equivoque, si aceptó; fuimos a un sitio recatado y discreto, bueno aunque somos compañeros de trabajo, laboramos en el mismo sitio aunque no en el mismo departamento, yo casado, ella madre soltera, no le temía al que dirán sin embargo ella dice que no hay que darle de comer a los chismosos. El sitio era cómodo música instrumental de fondo, pidió comida para mantener la figura yo por mi parte pedí pasta carbonara mi platillo favorito, de beber vino blanco y ella rosa, se supone que seria solo una copa pero!... tomamos 3, el vino tiene cierto efecto a quitar los nudos de la lengua y el cerebro. Hable un poco sobre lo que no debía, temas sobre las relaciones de parejas, donde las experiencias diferentes a la pareja no existen -La monogamia en pleno- y no solo desde el punto de vista sexual, sobre todo de fiestas, reuniones, etc, asuntos de disfrute personal.


Le toque temas como la masturbación y los mitos y tabúes que se tiene sobre eso, entre otras cosas. Aunque su cara denotaba vergüenza y algo de incomodidad nunca me pido parar de hablar sobre el tema y entre lineas me confeso varias infidencias. Regresamos a la oficina lamentablemente era hora de volver.


El día transcurrió con el estrés de siempre por las actividades del trabajo. Al final de la tarde luego de haber salido de la oficina, recibí un mensaje suyo, -”Disfrute mucho el almuerzo gracias!”.


Mi mente voló desesperada, sin embargo por experiencias previas algo desagradables calme mis ansias pues no me gusta confundir los mensajes me gusta que sean directo y no cifrados en los encantos del coqueteo eterno femenino.


Después de varias semanas de solo saludos de haber vuelto a mi sitio de admirador silente recibí un mensaje - “estas muy serio, te pasa algo?” -Conteste.- no, solo mantengo la distancia prudente.

Su respuesta. “ok, entiendo.”.


No se si la respuesta fue peor que la pregunta pero quede en un estado de ciclo medio obsesivo donde nos colocan ciertas mujeres, como cuando te dicen tenemos que hablar, uno se imagina cualquier cosa.


De vuelta al ruedo, volvemos a las conversaciones constantes un poco mas prudente de no parecer tan obvio pero es que me gusta, aunque es una sensación rara, porque me gusta pero no me gusta, no sabría como describirlo. Muchos admiran su cuerpo, que ciertamente tiene atributos de sobra, pero a mi me intriga mas y me atrae más su forma de expresar las cosas, ese constante dilema de no expresar lo que siente por miedo o pena o simplemente para aparentar algo y no perder el estatus que posee, no sé, ese misterio me encanta aunque para que negarlo su cuerpo es hermoso, pero yo veo mas allá de algo transitorio.


Entre palabras, me pregunto si podría acompañarla a hacer varias cosas que tenia pendiente y no quería ir sola.

Uhmm. Si- le conteste, sin saber que cosas eran esas que debía hacer.


Salimos directo a un centro comercial y recorrió todas las tiendas (creo que ningún hombre le gusta eso, de verdad me sentí su amigo gay), pero no le huyo a ninguna batalla, continué el recorrido entramos a una boutique de lencería, pensé: lastima que ese tipo de ropa no se pueda probar antes de comprar. Aunque sinceramente no quería verla sin ropa.


Seguimos el recorrido entrando a un spa-salon sentí que ahí si moriría de aburrimiento, Pero no fue así, se hizo mantenimiento en el cabello y uñas mientras le ponían una mascarilla y estaba sentada en una silla masajeadora, yo por mi pare me ubique es una de esas sillas y la veía desde la distancia, al salir no sabia si decirle o no pero estaba hermosa, fresca, rozagante y no sabia si decirle pues es su estado natural con o sin maquillaje o retoques siempre está hermosa (creo que me gusta porque es mentira que siempre estamos tan presentables), pero así la visualizo yo.


Había transcurrido 3 o 4 horas desde que salimos, me dijo si quería tomar algo para refrescar el cuerpo (pensé, si tus labios). Claro le conteste, fuimos a un lugar donde había una venta de cocos frescos y agua de coco, pedimos uno, mientras bebíamos y conversábamos note que estamos cerca de un hotel y mi mente voló alto, esta vez no tuve que calmarme pues me dijo, -”Bueno es hora de irnos”.


Al día siguiente los compañeros de oficina planificaron una actividad nocturna, estaba como siempre indeciso de ir pero me dijo que si quería salir en la noche y aproveche para que vinieras conmigo. Ese día salimos temprano por lo que dio tiempo de ir a casa y ponernos las mascaras sociales.


Nunca le había visto en vestido y menos uno tan sexy, recordé la lencería que había comprado el día anterior y solo me imagine el maniquí que la llevaba (no me gusta imaginarla desnuda), wow Savana, estas.. Estas.. -”Si, estoy divina lo se, no tienes porque decirlo”. Típica frase de Savana.


Había varios compañeros así que no podía acaparar su atención solo para mi y decidí pasar la noche conversando con mis amigos y sentí la vibración del teléfono, una llama perdida y un mensaje. -”Osea que no piensas pasar ni un minuto conmigo”. Me dejo helado aunque me calentó. Respondí- estoy contigo en la distancia, recuerda que el espacio que nos puede separa físicamente no separa el deseo de estar cerca (creo que fue mucho pero ya estaba dicho).

Solo sonrío y siguió.


Al final de la noche muchos se habían ido se acerco y pregunto si nos íbamos, respondí -solo si quieres, dijo -”Si pero no quiero ir a mi casa”.


Salimos de la casa donde se hizo la reunión, recorrimos las calles como errantes, al final nos detuvimos en un malecón, salimos del carro y nos sentamos en la parte trasera a ver el mar y el cielo, a conversar; le dije: Es redundante el paisaje, el mar, el cielo y las estrellas todo esto lo veo siempre en tus ojos. Sonrío y seguimos la charla; tanta tertulia, tan agradable a veces frenética, eufórica y sin sentido pero agradable.


Casi al alba, la llevé a su casa una despedida inesperada, no me beso en los labios directamente pero si hubo un roce entre nuestros labios intencional, además de un abrazo fuerte y cariñoso. Lo mejor del día.


Unas semanas después recordé una conversación que tuvimos y retome el tema mientras almorzábamos en aquel sitio donde salimos la primera vez. Ese día no fue muy agradable.


Me hizo una Infidencia sobre que esta disfrutando los cambios en su vida el hecho de poder separar sus actividades sociales del resto, eso de experimentar cosas que se había negado por diferentes razones, que se siente un poco mas viva, que esta viviendo la vida; todo iba bien hasta que confesó que le gustaba un hombre aparentemente atractivo, me imagino que casado, no se si lento o despistado o simplemente como yo que no le gusta descifrar mensajes intrincados dentro de los coqueteos constantes de las mujeres y simplemente le gusta que sean directas para no caer en confusiones vergonzosas o es que simplemente no le gusta ella. Pero dice que ese hombre la mata, que le atrae mucho, que le encantaría experimentar cosas con el. Frases que me pusieron altamente celoso pero no puedo decir nada pues no tengo ni velas, ni velo, ni llanto para esa procesión, simplemente la escuché. Cuando me dejo hablar no sabia que decir y le dije lo que me gustaría que pasara conmigo, que se lanzara, que si le gusta que olvide el miedo, el tabú y todo aquello y le hable con la verdad y las ganas que le tiene. Pero me dijo que no, que le temía a ser rechazada!.


Aquella conversación me dejo fuera del camino sin esperanzas de nada pero continué igual que siempre, aunque confieso que en ocasiones hasta fastidioso pero seguimos en la misma rutina por un tiempo más, siempre insinuando que yo podría hacerla experimentar ciertas cosas que quizá no habría experimentado antes y que quizá no experimentaría con otro, pero sus respuestas siempre fueron silencios o sonrisas y caras de asombros, nunca un negativa y menos una respuesta positiva a mis propuestas.


Luego de un tiempo decidí que no forzaría las cosas y volví a mi estado inicial de admirador silente y a distancia.


Un día sin mas me invito a cenar, que quería salir un rato pero algo tranquilo y no quería estar en casa!. Le dije lo mismo de siempre, voy a búscarte (no se que tiene que no me puedo negar).


Al final de la cena en la sobre mesa un par de tragos de vino y una cerveza pero de las buenas, me contó un secreto su amiga le había contado que tuvo una aventura, que había experimentado una sesión de sexo con un hombre recién conocido.


Me pareció algo divertido y gracioso el secretismo con que llevaban el asunto. En teoría yo hacia eso en ocasiones y ella moría por hacerlo pero con el Sr misterioso que le hacia bajar las medias (Estaba Furioso por dentro). Sin embargo no le dimos tanta importancia al tema pues ella buscaba esa noche liberar tensiones emocionales, estrés de trabajo y hogar y aunque tengamos que negarlo o aceptarlo, en ocasiones el hogar no es tan dulce si no por el contrario agobiante.


Yo tengo un amigo dj que trabaja en un bar o tasca no se como es la definición correcta, un sitio donde la buena música la discreción y las luces son adecuadas para cuando quieres desaparecer sin irte del lugar. Le dije: Hey yo no bailo pero quieres ir a un lugar que conozco donde podremos bailar a gusto?

Sonrió, de todo lo que dije solo rescato que no bailo.


Llegamos al lugar salude a mi amigo, había poca gente porque como ya dije el sitio tenia un ambiente exclusivo para ciertas personas. Fuimos a un reservado(pensé que ya no existían) una especia de cabina con una mesa redonda y un mueble redondo bordeando la mesa con una vela falsa de luz tenue casi roja y una cortina transparente de encajes y bordados que daba la privacidad necesaria para el lugar. A la derecha a unos 10 metros el baño de niñas y a la izquierda un poco mas lejos el baño de niños. La pista estaba vacía pero era casi imposible saberlo pues no había mas luces que las de los reservados, de algunos celulares y cigarros en el lugar.Sonaba música R&B, algo de Soul, música para el oído.


Le pregunte si quería tomar algo, me dijo - algo fuerte. Pedí un shoot de vodka para ambos y luego vodka en hielo.

No hablamos solo oíamos la música y bebíamos, termino la sesión de Soul y R&B y paso a lo latino, merengue, le dije bailemos un poco pero te advierto tienes que perdonarme si te piso. Bailamos un poco unas 5 canciones. Al principio tipo baile de iglesia con una separación corporal de 20 cm. Pero me puso la mano en su cintura entre la espalda baja y las nalgas y me fui acercando mas y mas a ella (adoro como huele, ese olor que no se percibe tan fácil, ese olor que disfraza el perfume). Estaba algo cansada pero animada, nos sentamos y pedimos otro trago algo mas fresco pero igual fuerte, pasamos al gin-tonic. Comenzó la tertulia nuevamente, y recurrió el tema de el Sr misterio. Yo solo la escuche, no quería decir nada que arruinara la noche, además era su noche, era para que ella la disfrutara. Sonó una salsa algo de Willie Colon (Gitana), no aguante la tentación la tome de la mano y salimos nuevamente a bailar. Esta vez menos tímido la toma de la cintura coloque sus brazos sobre mi cuello y bailamos. Al oído le dije cuando oigas esta canción nuevamente quiero que pienses en mi, a esa canción siguieron dos o tres mas, no se pero bailar salsa cansa mas que el merengue. Nos sentamos y continuamos hablando, pero ahora estaba mas cómoda mas relajada estaba tan cerca que podía oír lo que pensaba.


En un par de ocasiones no sabia si besarle o abrazarle o solo mirar; al final decidí mirar, como siempre. Pensé que habían pasado muchas horas y apenas eran la 1 am, estaba animada y me dijo: vamos a otro lugar?, como era su noche le dije:-si quieres, tu mandas!.


Tomamos la vía, esa vía por donde venden el coco fresco, realmente no sabia donde íbamos, por inercia tome la ruta al hotel, entramos sin embargo no tenia intensiones de nada, pues había dicho no quería llegar a su casa y eso no significa más que eso.


Pague la habitación y entramos, pedimos algo de beber y agua y nos sentamos en la cama a conversar un rato, sentí que se dormía y deje de hablar, por un momento cerro los ojos mientras yo solo la veía. Me acerque, le saque los zapatos y se despertó, me vio y sonrío sin decir nada me abrazó, -pensé que estabas ebria, pero dijo: -no creas que estoy borracha se muy bien lo que hago y lo que permito.



La abracé acostado sobre la cama abrí sus piernas las puse sobre mi espalda abrazándome por entero, me levante y senté al borde de la cama, quedo sentada sobre mi regazo. Solo me veía, me puso incomodo sin decir palabras, eran sus ojos los que hablaron, cerro los ojos y suspiró, mis manos recorrieron su espalda, mientras mis labios rozaron los suyos pero sin besarla solo un roce casi imperceptible pero profundo, no quería que ese instante concluyera.


Se levanto de mi regazo, directo al baño -”Me estoy haciendo pi-pi...”-


Me reí un poco, regresó del baño sin el pantalón beige de tela que tenia puesto con la camisa 3 cuartos blanca desabotonada y sin brasier. Y volvió a mi regazo. Arrodillada sobre mi. -así estoy mas cómoda- dijo. Mis manos inquietas con ganas de tocarla, pero aun teniéndolas sobre mi no podía tocarla sin su consentimiento. Le pregunte si me permitía... -”Permitir que?” Preguntó, permitirme llenarte de caricias. En una sonrisa dijo- “pensé que habíamos venido a dormir pero si, si te lo permito, comienza por mi cabeza a ver si me duermo rápido.” Volteo los ojos como una expresión de desacuerdo. Y volvió a sonreír.


Le dije solo hay una condición. No puedes tocarme tu a mi, no puedes detenerme a menos que sientas que te lastimo o te hago daño, Me vio como dudosa pero accedió.


Tome la funda de una de las almohadas la coloque sobre sus ojos, diciendo no tienes que ver nada, solo debes sentir.


Su sangre comenzó a bombear mas rápido, se notaba en su orejas y en pómulos, se pusieron algo sonrojados y acalorados, le susurre al oído ahora te voy a besar los labios, de tal manera que su boca pedirá a grito que la bese también.


Baje hasta sus pies, y comencé a besar las plantas de sus pies, poco a poco fuí besando y lamiendo cada uno de sus dedos lentamente, subiendo por los tobillos, y la pantorrilla, levante su pierna izquierda y bese desde el talón hasta detrás de la rodilla, fue lamiendo cada cm de su piel, tocando el turno a la pierna derecha con el mismo proceder, junte sus piernas y pase mis labios, lengua y mentón, desde los dedos de los pies hasta las rodillas, mientras mis manos rozaban detrás de sus rodillas.


Lentamente fui subiendo, hasta llegar al palacio rosa de los placeres y las mieles, sin detenerme pues el velo de su ropa interior no me permitió, además de no querer hacerlo. Seguí hasta su ombligo, recorriendo su vientre y abdomen de izquierda a derecha y viceversa, subiendo y bajando desde su pubis, robándome su olor de vez en vez.


Volví a sus piernas subiendo y acariciando desde su rodilla hasta la entrada de su palacio, una y otra vez siempre con mis ojos en su rostro, logro ver como se erotizan sus pezones. Continuo con el recorrido de su cuerpo mientras acaricio el borde de sus caderas y sus nalgas subo hasta su pecho. Termino de abrir la camisa. Le levanto para sacarla por completo y dejar libre aquellos hermosos senos de la talla correcta perfecta, natural, me dedico a bordear sus tetas con mis labios sin rozar sus pezones, que cada vez se poner mas duros. Acaricio con mis labios y barba el resto de su pecho desde el ombligo hasta su cuello mientras mis besos recorren tu cuello oigo un gemido que se escapa de su boca, vuelvo mi cuerpo a la posición inicial.


Baje hasta sus pies y comenzar a lamerlos y besarles nuevamente y subí hasta su ombligo en un recorrido tortuoso hasta su clavícula, bajando hasta los dedos de se mano derecha chupando uno a uno y lamiendo su palma recorro con mi lengua hasta su otra mano siguiendo el camino que llega a su ombligo y chupo sus dedos y lamo sus palmas y regreso al centro de su pecho.


Bajo a su cintura y le pido que gire su cuerpo para continuar el recorrido de su cuerpo, esta vez comenzando desde su nuca. Recorriendo desde sus axilas y laterales de izquierda a derecha hasta llegar al la entrada del camino del su bosque encantado. Bajo por las montañas que son sus nalgas, dando pequeñas mordidas mientras beso y lamo cada mm de ellas, hasta llegar al las planta de los pies haciendo una pausa detrás de las rodillas para volver a subir hasta su montañas donde decido con mis dientes comenzar a deshacerme de sus limitadores, con mi boca usando los dientes corte los tirantes de su ropa interior ambos extremos usando mis manos separe sus piernas para retirar por completo aquel pedazo de tela que me había estado estorbando toda la noche. Y baje por el camino del su bosque encantado directo al pozo de la redención o de la perdición según sea el caso y comencé a lamer y a besarle durante minutos, su cuerpo se movía con un ritmo lento pero constante mientras jadeaba, mis manos sobre sus montañas acariciaban poco a poco firmemente cada rincón apretándola, recorriendo desde su cuellos hasta sus nalgas mientras salia por segundos tomara aire perdido en el placer de besar su pozo bendito.


No aguantó más y giró su cuerpo liberándose de mi lengua, la cual rápidamente fue a parar a sus tetas con los pezones duros bellos erectos de pasión, los chupe cual niño hambriento, mientras recorría sus laterales, mientras mi boca jugaba en sus tetas, baje hasta su ombligo solo para robarme el olor que escapa de tu palacio, bajando mas percibí las mieles que de el brotaban y decidí recolectarlas con mi lengua, poco a poco y suavemente fue recorriendo el vestíbulo del palacio rosa de su placer, recogiendo sus mieles, recorriendo una y otra vez sin parar, hasta conseguí a la princesa levantada con su ansias de ser abrazada por mis labios.


Me dirijo a perpetrar el secuestro de su princesa, encerrándola entre mis labios succionandola, sacándola de su lugar, de refugio, causando infinitas sensaciones en su cuerpo, mientras succiono mi lengua la acaricia con suavidad pero con firmeza hasta hacer que su cuerpo vibre de placer y explote en éxtasis, mientras el orgasmo se apodera de su cuerpo mi boca se aferra más y más a su princesa sin dejarla escapar uno y otro orgasmo mas se aproximan inundando la entrada de su palacio rosa de mas mieles para recolectar, dándole entrada a mis dedos mientras mis lengua continua el masaje a la princesa, mis dedos entran y salen del palacio recorriendo sus paredes y su techo buscado el sito donde se esconde el placer mas exquisito de aquel palacio.


Encontrándolo justo en la parte superior mis buenos dedos comienzan a acariciar el interior de terciopelo del palacio hasta logra un nuevo orgasmo esta vez cargado de una descarga de humedad que inmunda todo el lugar y es cuando decido retirarme y robarme su olor y un poco más de su sabor dejando su cuerpo en éxtasis regreso a su rostro que aun están vendado sus ojos y le beso profundamente en la boca abrazándole con una abrazo de no te vaya aun.


Me levanto voy al baño y le dejo descansar. A las 530 am suena el teléfono avisando que debemos salir pronto de la habitación. Entra al baño a refrescarse y me dice que si la acompaño. Le dije que si. Nos duchamos mientras la acariciaba le ponía jabón levante su pierna sobre mi cadera y la penetre y por unos minutos estuve dentro de ella, salí sin decir nada, aun no había alcanzado el orgasmo pero no seguí, continuamos bañándonos y regresamos a la realidad.


En la vía a la casa me pregunto porque no había terminado en el baño - le respondí para así tener un asignatura pendiente.- sonrío y seguimos.


Luego de algunos días donde la situación continuo como que aquella noche no hubiere pasado, me confeso que por fin se había atrevido a conversar con el Sr misterioso. No me dio detalles y no se los pedí.


Me dijo: Me invito a cenar y a bailar a un lugar donde me susurro al oído que cuando oyera una canción le recordara, me hizo el amor en un hotel de esos que se paga por horas y mientras nos duchamos me dijo, hasta aquí no seguiremos más hoy para poder tener una asignatura pendiente. Quede atónito, jamas pensé que es hombre podría ser Yo.


Me complace saber que siempre tenemos una asignatura pendiente y de vez en vez saldamos esa asignatura y dejamos otra pendiente para que no se olvide.

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